Tenemos dos piezas muy distintas en cuanto a uso y estilo y un mismo lugar reservado para ellas. Habrá que conseguir que se entiendan!
En principio no lo tenemos muy claro así que vamos a ir lijando, matando la carcoma, y resolviendo algún que otro desperfecto.
Seguimos pensando qué hacer, parece que tenemos claro que queremos una tapicería de color intenso ¿quizá rojo? ¿y si lo combinamos con plata? Todo a su tiempo.
Costaba mucho trabajo subir y bajar la persiana así que desmonté la tapa, desmonté parte de las guías y froté la madera con jabón tradicional ( el Lagarto de toda la vida) tanto la persiana como las guías. Este truco sirve también para cajones de madera que se atascan.
En el caso del secretaire, esmalté primeramente con un color gris que sirviera de base al acabado plateado. El sillón simplemente lo lijé «un poco» porque el color oscuro es una base estupenda para la plata.
A continuación cera, muñequilla y mucho brazo.
¿Que cómo ha quedado el sillón? No sé, vamos a ver!
Le curamos la carcoma, reparamos las cinchas, renovamos los rellenos…
Como veis la pared de piedra sobre la que iban a estar tiene bastante protagonismo. Era importante encontrar un acabado que pusiera la guinda a la decoración de este salón en el que ya tenemos un recurso que focaliza la atención.
¿Creeis que se han entendido?