Antiguamente los ajuares se guardaban en baúles y arcones. Existían baúles para hombres y baúles para mujeres, lo llamaban el baúl de soltero/a. Como podéis imaginar los baúles de las chicas eran más elaborados y los de los chicos mucho más austeros.
Aquí os presento dos baúles de soltero. Hay un tercero en proceso pero se parecen mucho.
Este es el estado inicial de los baúles.
Como en la mayoría de los casos, lo primero fue la limpieza con aspiradora y brocha.
Después se trató la carcoma, impregnando el líquido curativo con brocha y cerrando la madera en bolsas de plástico.
Como aquí si que había agujeros también se inyectó líquido curativo con jeringuilla.
A continuación se limpió con lana de acero ooo, que és como lijar muy fino, y se reconstruyeron las partes más carcomidas.
Se protegieron con barniz acrílico satinado.
Resulta increíble cómo cambia el aspecto de la madera con un tratamiento tan sencillo.
Las opciones decorativas son muchas. Mi clienta colocó un baúl en la entrada y otro en el salón junto a los sofás.